La osteoporosis es una enfermedad sistémica del esqueleto caracterizada por una disminución de la densidad mineral ósea (DMO) y un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, lo que incrementa el riesgo de fracturas. En la práctica clínica, la medida de la DMO mediante densitometría (DXA) es el estándar para el diagnóstico. Sin embargo, a lo largo de los años se ha investigado la utilidad de los marcadores bioquímicos de recambio óseo como herramienta complementaria para mejorar la evaluación, seguimiento y decisión terapéutica en pacientes con osteoporosis.
Los marcadores de recambio óseo son moléculas liberadas al torrente sanguíneo o presentes en la orina durante los procesos de formación ósea (osteoblastos) o de resorción ósea (osteoclastos). En el hueso sano existe un balance entre formación y resorción, mientras que en la osteoporosis ese equilibrio se altera.
Según la reciente revisión de la International Osteoporosis Foundation (IOF) y la International Federation of Clinical Chemistry and Laboratory Medicine (IFCC), los BTM pueden clasificarse de la siguiente manera:
- Marcadores de formación ósea
- Marcadores de resorción ósea
- Reguladores del recambio óseo más recientemente investigados
¿Para qué se usan estos marcadores en osteoporosis?
Las aplicaciones más aceptadas de los BTM en el contexto de la osteoporosis incluyen:
- Evaluar la velocidad del recambio óseo: niveles elevados de marcadores de resorción o de formación pueden indicar un alto recambio óseo, que en muchos estudios se ha asociado a mayor pérdida de masa ósea y mayor riesgo de fractura.
- Monitorear la respuesta al tratamiento: los cambios en los niveles de BTM suelen ser más rápidos que los cambios en la densidad ósea, por lo tanto pueden servir para evaluar la eficacia y adherencia al tratamiento en los primeros meses.
- Complementar la medición de DMO y ayudar en la toma de decisiones: en algunos casos con osteopenia y signos de alto recambio óseo, la confirmación mediante BTM puede inclinar la decisión hacia iniciar tratamiento.
Los marcadores bioquímicos de recambio óseo constituyen una herramienta valiosa en el marco de la osteoporosis: ofrecen información dinámica sobre el metabolismo óseo que no proporciona la DMO por sí sola. No obstante, su aplicación clínica exige conocimiento de sus limitaciones, variabilidad y contexto interpretativo. Su uso complementario —más que sustitutivo— permite enriquecer la evaluación, optimizar el seguimiento terapéutico y personalizar el manejo del paciente con osteoporosis.