En las últimas semanas, se han confirmado casos de sarampión en Argentina, lo que resalta la importancia de la prevención y el diagnóstico temprano.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños y se transmite a través de gotículas provenientes de la nariz, boca y faringe de personas infectadas.
Los laboratorios bioquímicos desempeñan un rol fundamental en la detección del sarampión mediante estudios serológicos y moleculares, los cuales permiten:
- Confirmar el diagnóstico de la enfermedad.
- Diferenciarlo de otras afecciones con síntomas similares.
- Contribuir a la vigilancia epidemiológica para contener su propagación.
Las pruebas diagnósticas incluyen análisis de sangre, orina, hisopados nasofaríngeos o faríngeos y frotis faríngeos, los cuales permiten detectar anticuerpos o la presencia del virus del sarampión.
La prevención es clave, y la vacuna contra el sarampión es segura y eficaz. En Argentina, la vacuna doble o triple viral está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación y se aplica a los 12 meses y a los 5 años de edad en hospitales y vacunatorios públicos, sin necesidad de orden médica.
Ante la presencia de síntomas como fiebre alta, erupciones en la piel y conjuntivitis, es fundamental acudir de inmediato al médico para un diagnóstico oportuno.
Desde CUBRA, reafirmamos nuestro compromiso con la salud pública y destacamos el valioso trabajo de los bioquímicos en la lucha contra las enfermedades infecciosas. ¡Cuidarnos es responsabilidad de todos!